Foto gentileza Nelly Gerez |
Foto gentileza Silvia Lizarraga |
Fotos gentileza Carolina Lister |
Foto de Analía Garelli |
Foto de Analía Garelli |
Foto gentileza Nelly Gerez |
Foto gentileza Silvia Lizarraga |
Fotos gentileza Carolina Lister |
Foto de Analía Garelli |
Foto de Analía Garelli |
Fotos obtenidas por Gilda Navarro (FTV Capital) y compañeras de FTV La Matanza |
Fotos sacadas por compañeras de la FTV de Malvinas, Moreno y por Equipo de Comunicación. |
FOTOS de JULIETA
Con motivo del Día Internacional de la Mujer, la Secretaría de Género e Igualdad de Oportunidades de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), junto a otras organizaciones, realizó esta tarde un acto frente al Congreso Nacional.
Todos -y todas- bajo el lema: “Desde la memoria de luchas pasadas y presentes, reunidas con la alegría del encuentro en la diversidad, de la movilización como motor de los cambios, de la participación y el protagonismo como las claves para avanzar en la tarea pendiente”.
Además de la CTA, participaron militantes del Movimiento Evita; de la Federación de Tierra y Vivienda (FTV) y del Movimiento Territorial de Liberación (MTL). También docentes nucleados en la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE); en el Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación (SUTEBA); en la Federación Nacional de Docentes Universitarios (CONADU) y en la CTERA (Confederación de Trabajadores de la Educación). Integrantes de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), de Pueblos del Sur, del Partido Comunista y de Nuevo Encuentro también estuvieron presentes, junto a organizaciones como la Red PAR (Periodistas por una Comunicación no Sexista); el Centro de Estudios Mujeres y Trabajo (CEMyT) y de la Campaña Nacional por el Derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
Declaración
En ese sentido, el área de Género de la CTA redactó una declaración en donde sostienen que la conmemoración del día de las mujeres -en su origen el día de la mujer trabajadora, es una “oportunidad para repasar el largo camino recorrido en pos de una sociedad más igualitaria y sin discriminación hacia las mujeres, pero también para revisar la agenda de los temas pendientes”.
En el documento también enumeran -en el contexto actual- algunas medidas que tuvieron fuerte impacto en lo laboral y la seguridad social, “como la moratoria previsional –con un 75% de beneficiarias mujeres que accedieron a la jubilación- y la asignación universal por hija/o. Otras vinieron a producir cambios más fuertes en el terreno cultural y simbólico, como la Ley Integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y la Ley de matrimonio igualitario. Sólo algunos ejemplos de un contexto que permite soñar despiertas con la ampliación de los derechos”.
Conmemoramos esta fecha como el Día Mundial de la No Violencia contra la Mujer, en homenaje a las tres hermanas Mirabal, Patria, Minerva y María Teresa, que fueron asesinadas por el régimen dictatorial de Trujillo, hecho acaecido en el año 1960 en República Dominicana. “Establecido en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Bogotá, Colombia en el año 1981”
Parece paradójico, que a raíz de un hecho político social, donde estas mujeres mártires por luchar contra un sistema dictatorial, y querer un país más justo son cegadas con la muerte, pagando con su propia vida el valor de ser libres, pensantes, militantes de la vida. Y digo paradoja porque la mujer fue invisibilizada a lo largo de la narrativa histórica, escrita por hombres, siendo ella naturalizada junto con los niños como parte del paisaje, no siendo consideradas como sujeto.
Este día nos invita a reflexionar acerca de los avances y retrocesos en materia de derechos de la mujer como sujeto, con las estadísticas que plasman cifras escalofriantes. En lo que va del 2011, podemos constatar que la violencia hacia la mujer, y posterior asesinato se incremento en un 20 %. Es un triste saldo para un país que avanza en materia de derechos humanos.
Esta realidad nos interpela a intensificar esfuerzos desde el Estado que es parte fundamental destinando presupuesto para campañas de concientización masiva y creando más espacios institucionales y públicos donde la victima de violencia de género pueda recurrir, donde las organizaciones y movimientos sociales conforman también vehículos dinámicos de inserción social para la difusión de información y concentración. Estos actores trabajando juntos crean una nueva conciencia colectiva.
Es imprescindible que se fije la mirada en lo que está acaeciendo en la sociedad, en materia de violencia hacia la mujer y posterior asesinato, denominado “femicidio”. En lo que va de estos últimos dos años se han producido asesinatos producto de quemaduras, sí, quemadas vivas en pleno siglo XXI. El cuerpo de la mujer se transforma en objeto de posesión por parte del victimario que al no poder ser dueño absoluto de la víctima la quema viva. El victimario no soporta ningún tipo de decisión de independencia en la mujer, esto es materia de estudio y acción urgente por parte del Estado y la sociedad toda. Tenemos que revisar prácticas culturales arraigadas desde siempre.Las mujeres como artífices de nuestra historia tenemos que invitarnos, cada día, a trabajar por nuestros derechos y por fortalecer la autoestima que nos impulsa a ser cada día más nosotras mismas y menos lo que instituciones anquilosadas y medios monopólicos quieren que seamos.
Estar preparadas para detectar la violencia en sus diferentes manifestaciones es un tema que nos atraviesa a todas y todos.Escuchar y pensar sobre las violaciones ejercidas contra las mujeres (de distintos sectores sociales, edad, religión, etnias, etc.) produce violentos estremecimientos, indignación.Pero tenemos que pensar cuando se niega o disimula una realidad incómoda y amenazante que dificultan el reconocimiento de ciertos comportamientos como violentos y la asunción de una actitud crítica frente a los mismos.Ejercer violencia se refiere al uso y abuso de la fuerza física y a obligar, mediante cualquier tipo de coacción, a que una persona haga algo en contra de su voluntad. Sin embargo, centrarse en el uso de la fuerza física omite otras violencias en la que esta no se utiliza y que se ejerce por imposición social, o por presión psicológica (violencia emocional, invisible, simbólica, económica), cuyos efectos producen tanto daño como la otra.
Lo que no se nombra no existe, es imprescindible para que no queden reducidas a experiencias individuales y/o casuales, para darle una existencia social.En cambio, la omisión se puede comprender como una estrategia de la desigualdad de género y si las violencias se consideran “invisibles” o “naturales” se legitimiza y se justifica la arbitrariedad, como forma habitual de la relación entre los géneros.Por eso debemos poner voluntad y esfuerzo para cambiar pautas culturales que van en contra de nosotras mismas.
ALICIA SANCHEZ
Diputada FTV-MILES
Honorable Cámara de Diputados
Provincia de Buenos Aires
Por Lucia Alvarez
Varias organizaciones elaboraron estrategias para el Encuentro Nacional de Bariloche. Legalización del aborto, ley de identidad de género y acceso igualitario al trabajo, en agenda.